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ANÍBAL GOTELLI: El final de las “esposas-pantalla” en Política y Protocolo.



A pedido de muchos colegas, periodistas y lectores del reportaje radial que difundiéramos hace algunos días en el que se me preguntaba sobre los nuevos modelos de Protocolo, de conyugalidad y paternidad en la Presidencia de Alberto Fernández, vuelvo a publicar el artículo que cité en aquel reportaje, que alcanzó mucha repercusión y mucha difusión posterior por muchísimos medios de prensa. Aquí va:


No es necesario, por exceder el cometido de este artículo, citar la larga lista de poetas, cineastas, músicos, compositores, coreógrafos, cocineros, diseñadores y profesionales homosexuales de todas las profesiones que legaron a la Humanidad sus originales, irrepetibles y trascendentes creaciones a lo largo de la Historia.


La lista sería interminable y nos desviaríamos del objetivo que nos hemos propuesto.

También, aunque al argentino promedio no le guste y al latino en general le resulte difícil de aceptar (al menos públicamente) sería interminable la lista de futbolistas, árbitros, deportistas de todos los deportes, sacerdotes y militares homosexuales que, declarados o no, han alcanzado a lo largo de la Historia y aún en nuestros días logros profesionales admirables.


Como este artículo se relaciona con la vida pública y política, sólo nos dedicaremos a los hombres y mujeres de Estado que han decidido vivir de manera abierta y con orgullo su homosexualidad en nuestros días.


Pueden quedarse tranquilos muchos políticos argentinos que han optado por mantener o alquilar una “esposa-pantalla” y muchas políticas mujeres que todavía van a los actos y cocteles con su “mejor amiga” para ocultar su homosexualidad, en la creencia de que los electorados latinos no votan homosexuales. Reitero, pueden quedarse tranquilos porque no van a ser nombrados en este artículo.


En esta oportunidad, me voy a dedicar a los hombres y mujeres de Estado que, en el extranjero, se han declarado homosexuales, han hecho una brillante carrera política y se presentan con sus cónyuges del mismo sexo en actividades políticas, ceremonias de Estado, presentación de Cartas Credenciales y todas las demás ceremonias y formalidades a las que nos obliga la vida pública.


A algunos de ellos, en razón de mi trabajo profesional, los he conocido, tratado y atendido personalmente, por lo que puedo dar fe de su profesionalismo, de sus capacidades y de la forma normal y discreta con que han ejercido y disfrutado su homosexualidad.


Me resultan particularmente inolvidables Bertrand Delanoe (ex Alcalde de París) y Klaus Wowereith (ex Alcalde de Berlín) a quienes tuve el placer de poder recibir, atender y acompañar en ejercicio de mi actividad profesional, tanto en la Ciudad de Buenos Aires, como en sus respectivas ciudades.


Bertrand Delanoe fue alcalde de París de 2001 a 2014, miembro del Partido Socialista de Francia, Consejero de París de 1977 a 2002, Diputado de París de 1981 a 1986 y Senador por París de 1995 a 2001. Por su parte, Klaus Wowereith fue alcalde de Berlín de 2001 a 2014 y es uno de los políticos más conocidos de Alemania, además de Vicepresidente del SPD, el Partido Socialista Democrático desde 2009.


Ambos viajaban, se presentaban y asistían a sus actividades oficiales acompañados por sus parejas varones, sin ningún prurito, sin eufemismos y sin ningún remordimiento, exigiendo siempre para aquellos hombres los mismos tratamientos, ubicaciones y consideraciones que le hubiesen correspondido a cualquier primera dama tradicional.


Tampoco puedo dejar de mencionar en este artículo otros hombres y mujeres de Estado que me han causado un fuerte impacto por la naturalidad con la que han declarado su identidad sexual y han alcanzado los más altos cargos en sus países, ciudades y partidos políticos.


Algunos de ellos son los siguientes:

Johanna Sigurdardottir, Primera Ministra de Islandia. Primera mujer abiertamente lesbiana de la Historia que llega a la Presidencia de un país y además viaja con su esposa en los viajes oficiales. Es de imaginar que si a mí me causó una impresión imborrable, hay que ponerse por ejemplo en lugar de los chinos que recibieron a la pareja presidencial lesbiana de Islandia en visita oficial a Beijing.

Jerónimo Saavedra, Alcalde de las Palmas de Gran Canaria.

Guido Westerwelle, ex Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania.

Carl-Friedrich Arp Freiherr von Beust, más conocido como Ole von Beust, fue primer Alcalde de la Ciudad Autónoma de Hamburgo entre 2001 y 2010.

Corine Mauch, Alcaldesa de Zurich, Suiza, a partir de 2009. Primera mujer lesbiana que accedió al cargo de Alcaldesa de una gran ciudad europea.

Annise Danette Parker es una política estadounidense, Ex Alcaldesa de la ciudad de Houston, primera mujer alcaldesa de la ciudad, y el primer alcalde abiertamente gay de una ciudad estadounidense con más de un millón de habitantes.

Gábor Szetey, ex Secretario de Estado de Recursos Humanos de Hungría. Fue el primer miembro abiertamente homosexual de un gobierno húngaro.

André Boisclair, político canadiense. Fue líder del partido “Québécois” (de Québec, Canadá) y fue el primer político canadiense abiertamente homosexual que alcanzó el liderazgo de un partido con presencia parlamentaria en su país.

John A. Pérez, ex Presidente de la Asamblea de California, Estados Unidos de América.

Roger Karoutchi, Embajador francés, ex Secretario de Estado para las Relaciones Parlamentarias del Gobierno de Francia.

Alan Duncan, primer miembro del Partido Conservador del Reino Unido abiertamente gay en el Parlamento de dicho país. Fue Ministro de Desarrollo Internacional del Reino Unido.

Peter Mandelson, ex Ministro del Reino Unido.

Christopher Joseph Carter, ex Ministro de Educación de Nueva Zelanda.

Miquel Iceta, se convirtió en uno de los primeros políticos españoles en declararse gay, en octubre de 1999, siendo Diputado al Congreso por Barcelona y candidato a las elecciones al Parlament de Catalunya, dispuso a salir del armario, en el momento de la presentación del programa en materia de libertad sexual de la Joventut Socialista de Catalunya. Fue viceprimer secretario del Partit dels Socialistes de Catalunya y portavoz del grupo parlamentario Socialistes-Ciutadans pel Canvi en el Parlamento de Cataluña.


Y para no cansar con esta lista no puedo dejar de mencionar a Xavier Bettel, Primer Ministro de Luxemburgo, que no sólo se proclamó abiertamente homosexual sino que además contrajo matrimonio durante el ejercicio de su cargo con el arquitecto belga Gauthier Destenay. Un dato no menor es que Bettel fue oficialmente recibido en el Vaticano, junto a su esposo, por el Santo Padre.


No quiero dejar de mencionar en este artículo, aunque yo no los haya tratado personalmente, a los 9 embajadores norteamericanos que, siendo abiertamente homosexuales, fueron designados representantes de su país sin ocultar su estado civil ni su preferencia sexual. Hasta varios de ellos han presentado Cartas Credenciales acompañados por sus esposos.


Ellos son James C. Hormel (de la Administración Clinton), Michael E. Guest (de la Administración George W. Bush) y los 7 que designó el Presidente Barack Obama durante su mandato: David Huebner, Daniel Baer, James Costos, Rufus Gifford, James “Wally” Brewster, John Berry (que también fue Jefe de la Oficina de Personal de la Casa Blanca durante la Presidencia Obama) y Ted Osius.


En la República Argentina la situación está más que clara y totalmente resuelta.


En virtud de la Ley Nro. 26.618, que legaliza el matrimonio igualitario, no cabe duda que el lugar del cónyuge, cualquiera sea su sexo, es el mismo que le hubiese correspondido a un cónyuge de sexo opuesto.


Sin embargo, en la Política argentina, en sus actos y ceremonias no se observa la presencia de parejas de homosexuales ni líderes que se hayan unido en matrimonio igualitario.


A lo largo de mi extensa carrera profesional en el Estado argentino, han sido proporcionalmente pocos los y las que se han presentado para ser ubicados y atendidos con su pareja igualitaria, pero en todos los casos de funcionarios políticos o diplomáticos siempre han pedido discreción y han dejado a su pareja homosexual condenada a la oscuridad y al anonimato, sentada a un costado o bien en una fila remota de la sillería general. Atendí a muchos funcionarios acompañados por sus “sobrinos” o sus “secretarios personales”, pero siempre me han pedido discreción y anonimato para sus acompañantes.


No resulta creíble que, contrariamente a lo que sucede en la sociedad argentina en la que cada vez es más aceptada y abiertamente ejercida la homosexualidad por todos los sectores sociales, la Política de los argentinos sea una actividad sólo poblada de machos alfa, de ninfómanas heterosexuales insaciables o amas de casa insulsas y casi santas.


Desde el punto de vista del Ceremonial de Estado y de las normas de uso en las manifestaciones públicas, diplomáticas y oficiales, queda claro que, si en Argentina existe una ley de matrimonio igualitario, no podría ni debería hacerse ninguna diferencia con respecto a la pareja del mismo sexo. Todo lugar, ubicación o consideración que le hubiese tocado al cónyuge de sexo opuesto, debe darse o tenerse con el cónyuge homosexual.


Sólo entiendo que podría hacerse una diferencia en cuanto al otorgamiento de la derecha protocolar. En estos casos, el cónyuge varón debe situarse a la izquierda de su cónyuge funcionario, por cuanto son pares por obra y gracia de la misma Ley igualitaria, y el cónyuge varón reconoce a su cónyuge funcionario varón la evidente superioridad jerárquica.


De la misma manera deberá ocurrir con la cónyuge de la funcionaria, quien también debería dar la derecha a esta última por la misma razón que los

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